El fútbol argentino se encuentra en medio de una intensa disputa por el poder que involucra al presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio "Chiqui" Tapia, al presidente de Argentina, Javier Milei, y al presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi. Esta batalla, que tiene como telón de fondo la reelección anticipada de Tapia y la posible implementación de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol local, amenaza con la intervención de la FIFA y un futuro incierto para el deporte más popular del país.

El conflicto se desató luego de que Tapia convocara a una Asamblea Extraordinaria para el 17 de octubre de 2024, con el objetivo de asegurar su reelección hasta 2029. Esta decisión, que acorta el mandato actual, fue vista como una maniobra para blindarse ante un gobierno que ha expresado abiertamente su oposición a su gestión.

Fassi, suspendido por dos años de su cargo tras una acusación de amenazas a un árbitro, emergió como el principal opositor a la reelección de Tapia. Presentó un recurso ante la Inspección General de Justicia (IGJ) argumentando irregularidades en la convocatoria a la Asamblea, especialmente el breve plazo otorgado para la presentación de listas alternativas. La IGJ, dependiente del Ministerio de Justicia liderado por Mariano Cúneo Libarona, falló a favor de Fassi, declarando la "irregularidad e ineficacia" de la Asamblea. Esta resolución judicial no solo impide la reelección de Tapia, sino también otros puntos importantes como la relocalización de la AFA a la provincia de Buenos Aires y la modificación del formato de la Liga Profesional, incluyendo la suspensión de descensos.

A pesar del fallo de la IGJ, Tapia logró un fallo favorable del juez Christian Ricardo Pettis que le permite seguir adelante con la Asamblea. Este fallo se sustenta en la interpretación de que la resolución de la IGJ debe ser apelada ante la Cámara de Apelaciones para ser definitiva, lo que le brinda a Tapia un espacio legal para continuar con su plan.

El gobierno de Milei ha criticado duramente a Tapia, y a través del ministro Cúneo Libarona, ha advertido sobre la posibilidad de intervenir la AFA si se lleva a cabo la Asamblea. Esta intervención podría desencadenar sanciones de la FIFA. Milei, defensor de la libertad de mercado, ha expresado su apoyo a las SAD en el fútbol argentino, una medida a la que Tapia se opone firmemente.

La disputa entre Milei y Tapia se ha extendido al ámbito mediático.Milei publicó una viñeta satírica en su cuenta de Instagram que presenta a Tapia como un personaje corrupto. Esta acción se ha interpretado como una provocación y una muestra del tono confrontativo del gobierno en este conflicto.

La Conmebol ha manifestado su apoyo a Tapia y ha cuestionado la intromisión del gobierno en los asuntos de la AFA. La postura del organismo rector del fútbol sudamericano añade otra capa de complejidad al conflicto, que podría escalar a nivel internacional.

El futuro del fútbol argentino se encuentra en un punto crítico. Tapia parece decidido a seguir adelante con su reelección, desafiando la resolución de la IGJ y arriesgándose a una posible intervención. Milei, por su parte, no ha descartado tomar medidas drásticas para imponer su modelo de SAD. Fassi se ha convertido en un actor crucial, alineado con el gobierno y dispuesto a llevar el conflicto hasta sus últimas consecuencias. El fútbol argentino se debate entre la autonomía de la AFA y la interferencia del poder político, con la amenaza de sanciones internacionales como telón de fondo.